A pocos días del 9 de julio y de la muerte del Dr. Fernando de la Rua.
La historia tiene todas las respuestas, solo hay que desempolvar un poco los libros o acudir a Wikipedia y la respuesta allí estará. (No soy para nada hegeliano, pero Filosofía de la Historia debería ser nuestro manual de cabecera)
Cuando cayó el gobierno de Fernando de la Rúa, la crítica general fue impiadosamente agresiva, y violenta su condena social. Ahora, luego de su muerte observo que le dedicaron páginas enteras de comprensión, algunas loas y muchos reconocimientos. ¿Cuál sería la verdad entonces? un absoluto inútil digno de ser expulsado de su gobierno, o un prohombre incomprendido por su generación.
Si la muerte cubre a los personajes un piadoso manto de benevolencia, o pone en evidencia la absoluta verdad, es un misterio para resolver.
Lo que es evidente: a la escasa capacidad de maniobra del gobierno de De la Rua, se le había agregado la falta de cooperación de muchos, y la conspiración de otros. Pero esa conspiración no fue la única ni la primera vez sino una de tantas en nuestra historia, y representa una forma de ser y de existir de un sector de la sociedad argentina.
Pero observemos un poco los distintos golpes a partir de la etapa fundacional
PRESIDENTE DEPUESTO |
METODO |
SUCESOR |
FECHA |
Juárez Celman 1886-1890 |
Golpe de estado civil Revolución del Parque |
Pellegrini /Roca |
26/06/1890 |
Hipólito Yrigoyen |
Primer golpe de estado militar en periodo constitucional |
Uriburu |
6/09/1930 |
Juan Ramón Castillo |
Golpe de estado militar |
Arturo Rawson |
04/06/1943 |
Juan Domingo Perón |
Golpe de estado militar |
Lonardi /Rojas Aramburu |
16/09/1955 |
Arturo Frondizi 1958-1962 |
Golpe de estado cívico militar |
26 asonadas y 6 intentos de golpe civil militar previos José María Guido |
29/03/1962 |
Arturo U. Illia 1963-1966 |
Golpe de estado cívico militar |
Onganía |
28/06/1966 |
María Estela de Perón |
Golpe de estado cívico militar |
Videla |
24/03/1976 |
Raúl Alfonsín |
Golpe de estado civil Renuncia |
Menem |
08/07/1989 |
Fernando De la Rúa |
Golpe de estado civil Renuncia |
Duhalde |
20/12/2001 |
Parto desde la etapa fundacional, porque se supone que es la salida de la adolescencia como país y me alejo de la historia anterior a 1853, donde también hay mucho para ver y aprender sobre cómo somos o fuimos, pero es demasiado alejado y más comprensible por ser el turbulento comienzo.
Y también, salgamos un breve instante de nuestras predilecciones políticas, nuestros dogmas filosóficos y pongámonos en pragmáticos y observadores en busca de la realidad: miremos objetivamente la historia, como hacen los científicos en buscan la verdad; que no es lo que ellos desean sino lo que “REALMENTE ALLI ESTA”.
Y vale la pena porque para un tratamiento correcto lo primero es un claro diagnostico
Al observar la historia, hay un dato relevante: y es que los golpeadores, no fueron mejores que los golpeados; más bien lo contrario: en general la administración de los sucesores fue mucho peor que los antecesores expulsados.
Argentina es un país que se ha caracterizado por los golpes de estado: Militares a civiles, civiles a civiles, civiles y militares a civiles y militares; toda una enjundia compleja de golpeadores y golpeados; todos con ambiciones de poder, pero pocos o ninguno con algo de claridad conceptual o interés real en pro de la nación.
Si contamos todos, tendremos al menos 15 golpes de estado reconocidos. Dejo de lado casos menores o fracasados, como las 26 asonadas y 6 intentos de golpe a Frondizi y algunos otros eventos, porque la cifra podría dispararse.
Los golpes más famosos sin lugar a duda fueron al menos nueve: 1874, 1890, 1905,1930, 1943, 1955, 1962,1966, y 1976.
Menos renombrados, y quizás poco recordados son:
Los que se dieron los militares entre sí, en la “revolución Libertadora” (Aramburu /Rojas a Leonardi, Livingston/Lanusse a Onganía, Lanusse a Levingston) y del “proceso de reorganización nacional” (Viola a Videla, Galtieri a Viola, Nicolaides a Galtieri)
Y civiles entre si… (Políticos varios a Alfonsín; políticos varios a De La Rúa) … Siempre el empresariado, siempre los políticos y los sindicatos participando activamente en todos.
Sin excepción, todos los gobiernos surgidos de golpes resultaron en un rotundo fracaso.
Tres casos solamente y a modo de ejemplo:
La Revolución libertadora del 55, fracasó estrepitosamente, y solo logró robustecer y difundir el peronismo de manera imaginada; muerto Perón la rabia acababa, aseguraban: la experiencia indica claramente que no fue así.
Echaron (General Poggi, Almirante Penas y Brigadier Cayo Alsina) a Frondizi y trajeron a José María Guido por Acefalia (sin palabras) …, duro un año y medio a los tumbos y de asonada en asonada.
La Revolución Argentina del 66 destituyó a Illia, y puso en su lugar a Juan Carlos Onganía; es una buena forma de afirmar lo que digo y escribo: Onganía no era una persona con gran talento, digamos, por lo que hizo de su gobierno y por lo que se y leo de él; que reemplazó violentamente a alguien realmente meritorio, según la evolución de su gobierno hasta el golpe. El Cordobazo fue el golpe final para una inútil y equivocada administración. El radicalismo regresó más saludable que nunca en 1983.
Conclusión: Los famosos golpes de estado y las falaces Revoluciones, no le han servido demasiado a nuestra nación, y sospecho que de haber continuado los gobiernos depuestos hoy estaríamos en un país mejor. Pero es solo una opinión incomprobable, rebatible y como tal la descarto.
Lo que sí puedo asegurar: Todas las revoluciones se agotaron luego de devorarse a sus propios líderes, por su falsedad conceptual, y por su inútil, obsesiva e histórica ceguera. Las que, aseguran, fueron exitosas… no fueron revoluciones sino evolución acelerada de países inteligentes.
La democracia se basa en libertad, tolerancia y continuidad. Si los lideres tienen esos atributos el país florecerá como todos aquellos que tienen a sus sociedades unidas.
La discrepancia ayuda a los procesos dialécticos necesarios; cuando de tan rígida se hace dogmática seguro redundará e una grieta. La Grieta es parte de la historia nacional, y la gran autora de toda la violencia histórica y de nuestros fracasos, y la raíz de todos los males